Para que sigo con Yoga ConCiencia
Algun@s de ustedes saben, pero muchos otros no, que Yoga ConCiencia fue un deseo que llevó tres años plasmar en papel y llevar a la acción. ¡¡¡Y ahora ya lleva tres años rodando!!!
Aquí la historia de cómo nació… si estas suscripto a mi blog, te llegan estas entradas, no bien se publican.

Este año, volví a la presencialidad en la formación, y como verán, por las fotos de Río Ceballos y Río Cuarto, eso implico viajar nuevamente. Tengo una conexión especial con Córdoba; allí es donde vacacionaba de chica; donde pasaba horas en el río, donde la lluvia tenía aroma a pasto y las sierras eran realmente verdes. Córdoba es verano con semanas de lluvia, crecida de rio, humita y locro en pleno verano por la noche. Córdoba es viaje en Citroën desde Lanús, o en Fiat 600 o en Ford Falcón. Córdoba es uno de los primeros lugares donde dicté YCC; siempre fue disfrute y sigue dándome buenos recuerdos y nuevos amig@s/colegas cada vez que viajo a una formación.
Una de las cosas que hablamos en Río Ceballos acerca del porque esta formación, es, que independientemente de aquello que ya sabemos o que nos falte saber; él placer de aprender cosas nuevas, refrescar las que sabíamos y conocer nuevos puntos de vista. Comprender el porqué de algunas frases y como otras que repetimos no necesariamente transmitían lo que creíamos. En última instancia nada se compara a la tranquilidad de dar clase sabiendo que podemos acompañar a personas con lesiones, patologías o dolencias en un momento tan crítico como la crisis de dolor; y la satisfacción de acompañar con conocimiento, ejercicios y asanas en el camino de la recuperación. Pero aún más importante, aprendemos a leer los cuerpos para evitar que se lesionen. Ese es el objetivo de YCC. Y para mí, cada nuevo encuentro es un momento de absoluta seriedad y honestidad de transmisión, donde comparto todo lo que sé, con el respeto de estar hablando con colegas que están dejando de lado horas de compartir con familia o de descanso, para seguir formándose en pos del bienestar de los demás.
En los instructorados, aprendemos algo de anatomía, algo de filosofía, aprendemos a secuenciar, las posturas y sus significados, la alineación, etc. Todo esto dependiendo del estilo de yoga en el que hayamos decidido formarnos. Pero la realidad es que un año o dos o tres, no son suficientes para abarcar todas las áreas. Por otra parte, cada vez más médicos recomiendan a las personas realizar yoga, sin saber guiar acerca de los estilos y sus diferencias; incluso la diferencia entre yoga y pilates.

Por otro lado, cada estilo de yoga tendrá su énfasis en un área en particular, el yoga es muy basto, pero así como ninguna terapia es absoluta y buena para todos; o al menos no a todos les dará resultado; el yoga no es inocuo, y si puede hacer bien, también puede hacer mal… entonces donde radica la diferencia entre bien y mal? En el ojo del facilitador.
Yoga ConCiencia apunta en parte a ello… a que si, como quienes (y disculpen el ejemplo) analizan la escena de un crimen saben que buscar y no se les escapa detalle; nosotros como instructores aprendemos a mirar desde otro lugar. No necesariamente desde el de la patología, pero si podemos comenzar a entenderla. Aprendemos a entender la globalidad del ser humano y como no podemos dejar de lado lo emocional; pero tampoco lo biomecánico quedándonos solo en la mística.
Aprendemos que no necesariamente es 1% de teoría y 99% de práctica, porque mi cuerpo no es el del otro y la historia de vida tampoco. Aprendemos que el cuerpo es capaz de autocuración, pero necesita nuestra colaboración y no hay dos cuerpos iguales; aprendemos a confiar en nuestro instinto porque este se basa en nuestra experiencia y en nuestro estudio y aquello que a veces, sin saber muy bien porque, nos damos cuenta. Y sobre todo aprendemos a no temer trabajar con personas con lesiones o decir “te voy a dar el dato de un profe que es exactamente lo que precisas”.
Cada año, algo nuevo sumo a YCC, porque para mí es una responsabilidad. Cada año l@s miro y agradezco el deseo de seguir aprendiendo de cada un@, cada año me genera satisfacción saber que, a partir de ese momento, mas personas llegarán a sus vidas buscando eso que solo ustedes pueden darles, generando una mejora en la vida de amb@s, practicante y facilitador.
Es realmente un placer transitar este sueño con cada un@ de ustedes, l@s participantes. (Que debo decir que en su gran mayoría, son mujeres). GRACIAS
Estas fotos son de Yoga ConCiencia, en Mudras Yoga, RIo Cuarto, a cargo de Eliana Ortiz y Hugo Ingi ; Eco Shala Soham en Río Ceballos a cargo de Andrea Gattuso en 2021 de vuelta a la presencialidad y Sambara Yoga en Córdoba Capital a cargo de Emi Quiroga en 2019 uno de los primeros YCC
